29 de marzo de 2016



Por ahí se dice "es tan corto el olvido y tan largo el amor...".

Llega el recordar suspiros, noches cálidas, miradas eternas, sonrisas francas...

Y es que me dicen, es fácil, lo soportarás, pero yo ya no puedo ver más...

Y es que si, fue fácil para ti huir, con ella intentar olvidar, reemplazar lo nuestro, humanos superficiales que pretenden hacerte parte de su mundo estúpido y vacío, dejar atrás tu melancolía y simplemente sobrevivir, caminar solo sin que yo esté del otro lado de tu mano, para ti...

Y es que si, es tan fácil salir, convivir; pero me resulta imposible encontrarte (recordarte) en cada esquina, en las sombras de las cafeterías, en el fondo de una canción o en el simple viento de cualquier momento...

Es que si es tan difícil sentir como todo te parece veneno, como el pensamiento trunco de lo nuestro no me deja respirar, como cada parte de mi estómago te intenta vomitar, dejar morir mi alma, cada sensación, imagen, absolutamente todo lo quiero enterrar, prender fuego, desechar.

Y es tan difícil asimilar que todo esto me lastima más y más, el tiempo corre, tu imagen minuto a minuto descompone mi mente, la tortura, tus palabras golpean, tu refugio es en otra piel y ya no logro entender...

Me encuentro en perpetua agonía emocional, ya no puedo soportar más esta incertidumbre de no saber qué pasará, de dejarte ir, de desafiarlo todo...

Tengo que aceptarlo, me dediqué a amarte y tú...
Tan sólo intentaste olvidar.
Me mentiste, "eres tóxica",  y ahora ya no sé como me podré levantar.


26 de febrero de 2014


Y si nos volviéramos extraños ¿podrías reconocer mi rostro en la calle, entre la multitud?
Estos tus ojos cafés como hojas marchitas, no me dejan de seguir...
Acuéstate junto a mí y permanece, necesito sentir que soy importante.

Bueno, ahí va mi última oportunidad de sentirme completa. Ahí va otra caída del sol, sólo resta esta noche que dedicaré a lamentarme por no reunir fuerzas y derribar a gritos estos cuatro muros que me encierran y silencian cada oración.
No siento aire, la luz se debilita, quisiera tenerte, todo a ti, y sentir paz, pero esta mierda sólo cae a los que intentan huir, así que pido por tu camino de regreso a casa. No es para alejarte de mí es sólo que mereces un mejor sendero. Expresar estas palabras puede demorar tanto, me pesan y arañan mi garganta por aferrarme a no hacerte daño, sólo quisiera tenerte un momento eterno en mis brazos antes de continuar.

Me duele el cuerpo, me punza pensar, quisiera no estar aquí pero esta es la vida en la que me tocó andar.
Te prometo, en alguna vida, en alguna escena, nos volveremos a encontrar...


8 de agosto de 2013

S.

Minutos, horas, semanas, meses, siendo yo, completamente; sin temor a esos silencios que llegan cuando dejamos de reír tirados en la cama, que rompen en besos, en mi rostro entre tu cuello... temí por ti, por la bruta razón de mi pasado y el miedo de alcanzarnos, temí por conocerte e intentar enamorarnos sin algo que abrazara a todo lo que nos hace distintos y nos une sin embargo... me haces sentir viva cuando te pienso, admito, te necesito hasta cuando no te lo digo, has llegado a mí porque era momento de sentir, llegaste con esa sonrisa que me ha obligado a tatuarme tu nombre y su rima en el alma... él, él...
Yo sé que valió la pena esperar por ti y por lo que estamos construyendo juntos, valió la pena esperar por, no sólo alguien con quien compartir cada momento bueno y amargo de mi vida; aguardar por un ser humano, el más bello de todos, el que ha tocado cada fino límite de mi confianza, eres razón de mi parte más hermosa, formas parte de mí.
Yo sé que cada que me encuentro frente a ti no dejo de mirarte, de acariciarte con los ojos, de demostrarte que eres tú a quien yo tanto busqué, que eres tú el dueño de esos labios cosidos a los míos, que eres tú con quien me cobijaré en la mañana y dejaré que el futuro no nos importe tanto, que eres tú a quien enseñaré el significado de amar sin demostrarlo con las palabras, de simplemente amar sin esperar nada a cambio, es eso lo que siento cuando te veo y pienso, cada que mis pensamientos se vuelcan a ti.


"Tú mereces lo mejor de lo mejor porque,  tú eres una de esas pocas personas que, en este mísero mundo siguen siendo honestas consigo mismas y esa es la única cosa que realmente cuenta..."

"Cariño, cuánto te he extrañado. Cuánto he añorado llamarte mi tierna y pequeña muñequita. No podrías saber las veces que me acuerdo de ti en las noches cuando me encuentro solo y furioso y ahorcando a la almohada... cuanto deseo volver a estrujarte la cara hasta obligarte a arrojarme una sonrisa y decirte que eres tan bonita como las super modelos, y después reírme de ti hasta lagrimar y hacerte llorar hasta vomitar... mi traviesa, me masturbo con sólo recordar lo ajustados que te quedaban los calzones de puta que te compraba, las medias, las ligas, el brassiere... la manera en la que gritabas que me aleje y que me odiabas y que era un cerdo, como amaba mirarte desquiciado y nombrarte "estúpida basura" y luego penetrarte más fuerte y decirte "estás buenísima y eres pendeja" y morderte, muñequita cogedora, hasta levantarte la piel y hacerte sangrar y gemir más fuerte mientras corren lágrimas de pánico en tu mejilla... 
Estoy decidido a perdonarte por dejarme, por huír, por no contestar, la condición es que regreses y me supliques y digas que nadie te hace desear tanto tu muerte como yo, que eres feliz así, que prefieres que te asesinen mis propias manos a sentir la caricia de alguien más, mi condenada..."

Sí soy yo, la tierna y pequeña muñequita. La misma en la que apagabas tus cigarros, y gritabas cuando las cosas salían mal. La que provocaba que tus ojos salieran de órbita cuando pronunciaba otro nombre que no era el tuyo... sí a la que ordenabas qué comer, y cuando vomitar, y qué decir y hasta como coger, en esas noches cuando el sexo era repulsivo y me poseías y violabas y me obligabas a besarte temiéndole a tu cara tenebrosa, soportando tu cuerpo pegajoso y tu aliento de perro, cuando deseaba tu muerte y no la mía. Esa a la que arrojabas la ropa barata y pedías que la perfumara con el aroma de tu anterior presa, a la que nombrabas cuando te excitabas y aullabas; tu puta, de la que te burlabas por nunca ser hermosa, tu traviesa a la que has ultrajado y constantemente amenazado, esa que ha decidido enterrarte con su propio miedo y mierdas, la que seguirá corriendo y huyendo y escapado de la condena de tu recuerdo que ni el mismo infierno querría...



28 de abril de 2013

Pues bien, anoche dejé atrás todos esas listas mentales sobre el amor, la acción de caminar tomados de la mano, detenerse en una esquina a besarse frente al tráfico, comprarse flores, acostarse, todos esos actos insustanciales bastan para llamarlo "amor".

Ser correspondido nunca será lo importante, llenarse de palabrerías deshonestas y afectos engañosos siempre será base en una relación, lo que realmente vale la pena es amar, sentirlo uno mismo, sin esperar nada a cambio, sentir ese algo en el estómago que te acorta la respiración cuando te encuentras en la mirada de esa persona, el nerviosismo que invade cuando se acorta su presencia, amar significa brindar tiempo, el tiempo de uno mismo, significa confianza, algo que va más allá de todas las cosas.

Mi perspectiva es... "no sé si me enamoré de la manera en que me hizo creer en mí misma, o en sus mil formas de su rostro al sonreír".
Amor... sentirlo realmente, sin recibirlo. Ser seres altruístas.
Poseer esa sensación, la más bella, la única que vale la pena, sentirse bien al saberse enamorados, encontrarse como yo, con esa bipolaridad envuelta en esa tensa sensibilidad...