8 de septiembre de 2012

Escribiendo...


Déjame conocerte entre en silencio que habita en las madrugadas, encontrarte antes de temer, con un beso describirte cada palabra que mi boca reservaba para tu boca, con una mirada hacernos uno...
Deja que el tiempo vuelva polvo tanto mal pasado, deja que mi recuerdo se atraiga a tu mente, y que, cabalísticamente hablando, no haya espacio para mínima distancia entre esto, lo nuestro, lo más sincero que pude encontrar jamás.

12 de junio de 2012

Pues bien, de nuevo aquí, en el mismo mundo donde equívocamente comparto mi vida o lo que quiero que se sepa de ella, sin adornos, sin edición barata, sólo simple, desnuda y sin vergüenza, más que nada...

Heme aquí revelando fotografías llenas de ti, mis filmes imaginarios sobre tu nombre, mis sentimientos enterrados bajo este suelo tan rígido y frío, el mismo al que ya he aprendido a besar, el mismo que me rechaza y descalabra cada que quiero llegar al fondo.

Heme aquí, proponiéndome un juego, una distracción que puede serme fatal, como dar lucha a un niño con un arma... mi juego perfecto entre tú y yo, una película antes de hacer el amor en el sillón con subtítulos de fondo; una tarde hablando de gatos, de música, de pendejadas... una mañana sin besos ni manos entrelazadas, ni miradas, ni sonrisas. El juego perfecto, más que nada...

Te tengo aquí, prometiéndome no volver a mencionar un te amo.
Henos aquí, rotos.


7 de mayo de 2012

Simplemente, sería tan sencillo, poder culpar a las diferencias, podría culpar a esos arranques fieros, mentiras, distancias, a la gente mala que no se detuvo hasta ufanarse de vernos heridos, agonizantes, en el abismo...
Simplemente, para que no duela podría también culpar a los años, a la costumbre de quererme, a mi personalidad tan bordada de bipolaridad, sus descuidos, nuestros vicios, al colegio, al trabajo, al dinero, a mis padres, podría culpar a este jodido y mísero mundo, a todo él y a quien lo habita... pero es inútil, simplemente.

Una parte de mí cree, simplemente, que de nuevo es un juego, que todo será como antes, que volveré a sentirlo un día de estos tan sincero como en un ayer, unos días solos y comenzará a extrañarme; mi otra parte, la que considero honesta, no cree, lo siente, siente como cada acto es irreversible, cada daño es aún más profundo, cada palabra como agujas perforando mi ser que se aferra tan salvaje a su presencia... sabe que él ya no piensa en mí, que poco a poco pierde esa esencia que me obligaba a envolverme en su cuerpo, simplemente de nuevo amé, di todo, jugué, arriesgué, perdí y ahora lloro amargo, como llora amargo un niño al perder su tesoro más preciado, lo más deseado...

Pero es inútil, simplemente, desde un principio él debió insistir en que esto no iba a ser por siempre...


21 de abril de 2012

Somos ciegos, pero evidentemente sabemos lo que hay detrás de nuestros ojos, lo que nos perdemos, lo que atesoramos en nuestros días dentro de ellos... 
Llegan instantáneas a mi mente, imágenes llenas y al mismo tiempo ausentes de luz, de color, de sombras, de tu recuerdo... los instantes dejan de ser fragmentos ahora que llegas.

Pero como le hago si temo que me faltes de nuevo...


13 de enero de 2012

Fue hace tanto que nos conocimos, es tan largo el tiempo que tu olor aguardó en mi memoria, que encontraste refugio en mi carne, en mis huesos, en la noche es tan duro olvidarte, es tan sencillo extrañarte, suspirarte, quedarme en ti...

Luces, tú, penumbra, yo. Te pienso mientras apagas todo y cierras la puerta.
Y fue hace tanto que nos conocíamos...

12 de enero de 2012

Crear entrada

Pues bien, hace un rato decidí volver a este espacio a volcar algunas inquietudes, pensando, escribiendo, borrando, rayando el cuaderno en este mi único tiempo para estar en paz, pausando la música y jugando con el dedo la orilla manchada de mi taza vacía, y es aquí cuando mi otro yo llega a joderme la existencia, así, en este lapso tan corto de tiempo, y ya me ves llorando y humedeciendo las hojas, arruinando el escrito y repitiéndome "no Maite no, me caga que no soportes estar sola, eres una ridícula con los dedos manchados de tinta corrida".

Pensándolo bien, todo hubiera parecido muy absurdo si no admitiera en esta zona en blanco que existe en mí otra alma, otro ser al que le encanta disfrazarse y jugar a pretender que no existe, y que todo esto es algo sólo mío, tal vez pueda ser de alguien más, no lo sé, esta bipolaridad está al borde y sólo una palabra más podría detonar esta explosión...

Creo que me vendría perfecto poder salir corriendo de esta situación, poder huir, pero desde luego antes saber a dónde ir; saber escribir con la tinta hecha mierda, hablar con los ojos, aprender a no distorsionarme frente al espejo, a dejar de ver todo tan simple, tan monótono pues ya me he cansado de que todo me sepa tan agrio, de no valorar el camino, mi pasado, presente y futuro, y todo eso que me ha conjugado... simplemente... todo lo que signifique dejar de ser débil.

Todo esto será si a mi otro yo le parece bien. Podría decirle que aquí se hace lo que yo digo, pero sabes, esta idea de quedarme sola me come las entrañas... y como ya derramamos lo que sobraba en la taza y ya se completó otro capítulo de Breaking Bad, dejo la pluma a un lado sin pensar en el día que volveré a ensuciar esto, tal vez mañana, o el domingo, el próximo mes o en el supuesto fin del mundo, no lo sé, no me interesa. "A chingar a su madre todos, Maite", como expresa un buen amigo que no para de burlarse de mi tatuaje.

Este espacio me está quemando...
Y qué puedo hacer si fracaso junto al dolor amargo de tu ausencia, si en mis sueños vuelvo a ser ciega tal como en un ayer, si temo al dormir, temo a mis míseros recuerdos, temo a esos tantos te amo tan insípidos y similares, tan vacíos y enredados de dudas y falacias, le temo a tu nombre, a tu voz, a los lugares que me obligan a pensar en ti, a las fechas, a seguir este camino y perderte de vista conforme avanzamos en sentidos contrarios, y nos repetimos no mirar atrás y correr, llorar y abrazarnos, gritarte cuánto me hieres si me haces falta y de nuevo llorar, besarte y abrazarnos...

Ese sentimiento intangible que se va, que estuvo antes, que ya no regresa, que miramos desde lejos partir, y de pronto te vuelves tan desierto y empieza a hacer frío, luego mis manos atadas a esta espalda y esta fuerza incapaz de descoser cada rastro de tu piel en mi piel...

Soy muerte, sin pesares, sin pase a cualquier rincón de tu conciencia, un ser nunca jamás emergido, bastardo, triste, solo, desvaneciéndose en el instante que decidas borrarme.