13 de enero de 2012

Fue hace tanto que nos conocimos, es tan largo el tiempo que tu olor aguardó en mi memoria, que encontraste refugio en mi carne, en mis huesos, en la noche es tan duro olvidarte, es tan sencillo extrañarte, suspirarte, quedarme en ti...

Luces, tú, penumbra, yo. Te pienso mientras apagas todo y cierras la puerta.
Y fue hace tanto que nos conocíamos...

12 de enero de 2012

Crear entrada

Pues bien, hace un rato decidí volver a este espacio a volcar algunas inquietudes, pensando, escribiendo, borrando, rayando el cuaderno en este mi único tiempo para estar en paz, pausando la música y jugando con el dedo la orilla manchada de mi taza vacía, y es aquí cuando mi otro yo llega a joderme la existencia, así, en este lapso tan corto de tiempo, y ya me ves llorando y humedeciendo las hojas, arruinando el escrito y repitiéndome "no Maite no, me caga que no soportes estar sola, eres una ridícula con los dedos manchados de tinta corrida".

Pensándolo bien, todo hubiera parecido muy absurdo si no admitiera en esta zona en blanco que existe en mí otra alma, otro ser al que le encanta disfrazarse y jugar a pretender que no existe, y que todo esto es algo sólo mío, tal vez pueda ser de alguien más, no lo sé, esta bipolaridad está al borde y sólo una palabra más podría detonar esta explosión...

Creo que me vendría perfecto poder salir corriendo de esta situación, poder huir, pero desde luego antes saber a dónde ir; saber escribir con la tinta hecha mierda, hablar con los ojos, aprender a no distorsionarme frente al espejo, a dejar de ver todo tan simple, tan monótono pues ya me he cansado de que todo me sepa tan agrio, de no valorar el camino, mi pasado, presente y futuro, y todo eso que me ha conjugado... simplemente... todo lo que signifique dejar de ser débil.

Todo esto será si a mi otro yo le parece bien. Podría decirle que aquí se hace lo que yo digo, pero sabes, esta idea de quedarme sola me come las entrañas... y como ya derramamos lo que sobraba en la taza y ya se completó otro capítulo de Breaking Bad, dejo la pluma a un lado sin pensar en el día que volveré a ensuciar esto, tal vez mañana, o el domingo, el próximo mes o en el supuesto fin del mundo, no lo sé, no me interesa. "A chingar a su madre todos, Maite", como expresa un buen amigo que no para de burlarse de mi tatuaje.

Este espacio me está quemando...
Y qué puedo hacer si fracaso junto al dolor amargo de tu ausencia, si en mis sueños vuelvo a ser ciega tal como en un ayer, si temo al dormir, temo a mis míseros recuerdos, temo a esos tantos te amo tan insípidos y similares, tan vacíos y enredados de dudas y falacias, le temo a tu nombre, a tu voz, a los lugares que me obligan a pensar en ti, a las fechas, a seguir este camino y perderte de vista conforme avanzamos en sentidos contrarios, y nos repetimos no mirar atrás y correr, llorar y abrazarnos, gritarte cuánto me hieres si me haces falta y de nuevo llorar, besarte y abrazarnos...

Ese sentimiento intangible que se va, que estuvo antes, que ya no regresa, que miramos desde lejos partir, y de pronto te vuelves tan desierto y empieza a hacer frío, luego mis manos atadas a esta espalda y esta fuerza incapaz de descoser cada rastro de tu piel en mi piel...

Soy muerte, sin pesares, sin pase a cualquier rincón de tu conciencia, un ser nunca jamás emergido, bastardo, triste, solo, desvaneciéndose en el instante que decidas borrarme.