7 de mayo de 2010

Crónica de la luz cruda.


Jamás habia visto un rostro tan fuera de sí... lanzando miradas ácidas y llenas de pánico.
El tiempo me dió oportunidad de contemplarlo, aunque eso hubiera sido lo que menos deseaba...
El éxtasis que su cuerpo vomitaba le producía algo más que un culposo placer...
Aquellas pupilas dilatadas, monstruosas e inmóviles a la vez, me causaron el más grande terror...
Una vez más, lo repito una vez más, nunca había visto un rostro tan liberado y aprisionado a la vez.

Las violentas luces le provocaban la misma exaltación que una historia de bestias le produce a un pequeño...
Un indescriptible terror me hizo perder el aire al momento en que violentamente fijó en mí sus ojos...
Apretando las huesudas y mojadas manos le inventaba letra a una melodía vacía.
Esos gritos eran la expresión de su impotencia y su terror sin que pudiera soltarse de él; era la expresión de querer liberarse de una condena eterna.
La sangre le palpitaba deliciosamente en las venas y su espíritu más que poseído.

Extraños rompían el encuentro, moviendo la boca sin emitir palabras, sacudiendo el cuerpo como si ardieran, mirándome con los ojos abiertos de par en par, enloquecidos.

Y me quedé entre rostros plasmados de perdición, dandome cuenta que mis sentidos estaban en completo desorden a último momento...

1 comentario:

  1. maiteeeeeeee entaaaaa esta muy chido lo q escribes! en lo personal como q me identificó y asi!


    siguele asi he!

    xchinox

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