18 de diciembre de 2010

Sexo instantáneo.



Es que es sólo sexo. Una cama, un hombre, una mujer, y la Polaroid.
Debes hacerlo justo un arte.
Al primer instante una luz ténue, reír, recordar...
Los dedos en la entrepierna, las manos enlazadas.
Camisa desabotonada, blusa deslizada, pantalón desabrochado, falda y medias en el piso.
Cuerpos atraídos, pieles fusionadas, sudores consumidos en el mismo colchón.
Una fotografía a los pies, a las piernas, a una cintura encima de la otra, a los senos sobre el pecho, a las manos aferradas a la almohada, los labios mojados y fundidos en besos...
Las impresiones caen, el amor también.

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